sábado, 25 de enero de 2020

006_25/01/2020


25/01/2020



El perdedor tiene cara, quien triunfa tiene luz.
La cara es materia, la luz energía limpia. ¿Quién triunfa?. El saber de tu poder y tu determinación firme para conseguir tu fin hacen de ti un ser digno del triunfo, porque el poder se manifiesta y a través de él actúas sin temor al posible fracaso y como perteneciente a la familia de luz ahí te nutres y así te manifiestas. Las actuaciones dirigidas por ese impulso que viene de la fuerza mas poderosa y limpia actúa sobre ti y deja que al manifestar la pureza te llene de luz y solo ella se deje ver. Por el contrario la cara, el rostro, manifiesto de la materia actúa como fuerza que ha sido impulsada por la falsedad de un ego que atrapa al ser y no le deja manifestarse. Con esa característica cualquier victoria es fracaso para el espíritu, que prisionero y tapado por la falsedad de la materia, oscurece y no deja ver la luz que brilla por naturaleza. Las acciones provocadas por los egos no dejan huella de luz, solamente un rostro que palidece con el paso del tiempo y muere porque no es eterno. Nada se puede hacer cuando la manifestación es una cara rota por la necesidad de ser una materia caduca, no una luz eterna que perdure y alumbre. La necesidad de permanecer es una cara, la necesidad de ser es una luz. No te dejes atrapar por una necesidad del ego, manifiéstate como una necesidad del ser y así serás luz eterna y brillante. Las acciones de luz son eternas y siempre viven para atraer más y más luz, por el contrario las necesidades de los egos rompen en la vida y atrapan sin ningún éxito para el ser. Ahora la necesidad es luz, que no muera que no deje de brillar y al paso de otros peregrinos se iluminen con la luz eterna que ha sido creada por los seres de luz. La misión es crear más y más luz, dejar a tu paso la huella de luz necesaria para que nadie esté en la oscura cara de los egos.
Trabaja por y para la luz y déjate ver como luz. Destruye la necesidad del ego, acércate a la necesidad del ser. Distingue con tu saber y con clara visión camina por tu senda seguro y firme.
Estudia los pasos y pon atención a tus llamadas.

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