domingo, 7 de diciembre de 2008

Omaras 060-07/12/08

07/12/08

¿Si supierais cuantas cosas tenemos que comunicaros, que trasmitiros?. Tenemos hacia vosotros un sentimiento de compasión que a nada se puede igualar, os invocamos ante la gran jerarquía y así permanecéis siempre presentes en nuestros actos, actos que por si solos son magia para elevaros, os trasmitimos esencias para que con vuestro despertar las alcancéis y las hagáis vuestras, conocimientos os enviamos para que a través de vuestras ventanas, cuando deseosos de ver alcéis la vista, también los alcancéis. Queremos que sepáis que nuestro profundo amor hacia vuestra humanidad hace despertar a quienes deseosos de ascender son capaces de percibir el rayo en sus corazones, porque nada puede ser mas eficaz que el despertar de la buena voluntad con el deseo de amar a los seres que comparten con nosotros esa gran energía que es la fuente. Nos acercamos a vosotros con sigilo, y en voz baja os hablamos, para no despertar al que desee dormir, porque tenemos un gran respeto por quienes su deseo ahora es permanecer estables, sin despertar de un letargo, que posponen para mas tarde.
Deseosos de vuestro progreso os animamos con palabras de bendiciones porque queremos que todos los que tienen deseo de elevar tengan la oportunidad en sus manos y esto ha de ser trasmitido.
No permanezcáis ocultos, vosotros que habéis descorrido ya parte del velo, seguir arrastrándolo hasta que aparezca todo al descubierto. Tenemos grandes proyectos y deseos para restablecer ese acercamiento que se perdió un día, cuando humanos quisieron separarse del foco principal y andar separados, por su cuenta, sin hacerse conscientes que la separación es imposible, porque estamos tan unidos como vasos comunicantes y todo se trasmite a través del cristal. Humanos que han deseado ser únicos, han caído en desesperación y se han roto en mil pedazos. Seres que estáis convocados para compartir esta experiencia y otras ya pasadas, sois participes de la expansión que cada segundo está provocando nuevas columnas de luz y de experiencias que os hacen crecer y permanecer así fieles al deseo del foco. Todo es andar, andar y no volver, todo es un progreso inmenso de vuestros pasos, aunque a vosotros no os lo parezca. Pertenecéis por derecho a esta hermandad y nosotros queremos que el acercamiento sea cada vez mas patente, sea mas profundo, porque debéis tomar conciencia de esta unión que no puede cortarse, mas bien hacerse mas consciente y así aumentareis ese sentimiento de amor y esa pasión por crecer que os impulsa a seguir a pesar de vuestras penas y deseos que os quieren arrastrar y detener la marcha mas digna, que jamás hubierais emprendido si no fuerais capaces de sentir en vuestros corazones la llamada del despertar. Hoy os animamos a que seáis guerreros capaces de conquistaros a vosotros mismos, para ser como el gran foco que a todos ilumina y a todos llega.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Isomer 009

(De Internet)

MADUREZ ES ................

Madurez es saber controlar la ira y zanjar las diferencias sin violencia, ni destrucción. Significa paciencia. Es la libertad de saber rechazar un placer momentáneo en aras de una felicidad duradera.

Madurez es perseverancia y habilidad para llevar a cabo un proyecto a pesar de los obstáculos o descorazonantes fracasos. Es la capacidad de enfrentarse a las desgracias, frustraciones, molestias y derrotas sin lamentaciones ni colapsos.

Madurez es humildad. Tener el valor de reconocer cuando se está
equivocado. Si la razón está de nuestra parte, no experimentar la
satisfacción de decir "yo lo advertí".

Madurez es tomar una decisión y sostenerla. La gente inmadura se pasa la vida explorando sin posibilidades, sin fin y termina por no hacer nada positivo.

Madurez significa cumplir con la palabra dada. Las personas que carecen de ella son maestras en las disculpas, son aquellas que viven confusas, que se convierten en una cadena de promesas rotas, de amistades pasajeras, de cosas y negocios sin terminar.

Madurez es el arte de vivir en paz con situaciones que no podemos cambiar o tener el valor de cambiarlas cuando las circunstancias así lo exigen.