domingo, 9 de febrero de 2020

009_09/02/2020


09/02/2020


Recibe en nombre de la comunidad estas directrices.

Sobrevivir no es lo mismo que vivir. Quien  sobrevive no vive, quien vive goza y ríe. Se tú la imagen de la vida y no te limites a ser un simple sobreviviente.
La luz y la oscuridad son complemento necesario para caminar en un mundo dual. No te limites a disipar de golpe uno de los dos, pues serás errante sin saber quien eres.
La modestia se adueña de quienes persiguen la ilusión y no consiguen hacerse con ella. La ilusión desaparece y nada queda más que el fantasma de un sueño perseguido y no encontrado. Tu te encontrarás molesto y solo sin saber que puedes hacer que movimiento seguir, será la modestia la máscara que usarás para esconder tu vergüenza.
Nada, ninguna conclusión podrás sacar, pues las ilusiones no se pueden perseguir porque no son nada.
Destierra de tu mente falsos motivos que te hacen tener una conducta que te lastima, te perjudican y emborronan tu camino con falsas esperanzas de conseguir algo ilusorio, que no existe. Es una falsa ilusión perseguir sueños que la mente confusa te envía para confundirte.
Usa la mente lúcida para seguir un camino plagado de verdad, sin temor a perderte en una nube de gas que lastima tu ser porque es engaño y mentira.
Deja de escuchar los cantos de sirena que adormecen los sentidos superiores y te llevan a un abismo sin poder rectificar y dar marcha atrás-
Deja de actuar como una marioneta movida por hilos invisibles y actúa bajo las órdenes de tu luz y tu ser, tu guía y tu verdad han de ser quienes de su mano te conduzcan, sin duda ni miedo y movido por el sentido mas noble de tu única verdad el SER.
Reflexiona y camina despierto. No adormezcas los sentidos, vive y relájate porque estás en las manos divinas que te conducen a tu verdad.

sábado, 8 de febrero de 2020

008_08/02/2020-bis


08/02/2020





R E F L E X I O N





El dolor mío está en mí y yo lo puedo controlar, apagar o fomentar. La preocupación y la tristeza provocada por causas que yo no controlo o puedo dirigir, provocan angustia e impotencia en mí, ¿Qué puedo hacer yo para apagar ese estado de inquietud y dolor que no está en mi alcance subsanarlo?. Solo creer en Dios, creer en nuestro estado de humanos, pasos efímeros por este plano que no son mas que experiencias que recogemos para agrandar nuestra conciencia y crecer como seres humanos, conscientes y completos.

Pedimos a la fuerza sobrenatural que nos proteja y nos guíe. Pedimos tomar conciencia de nuestro estado y de nuestras limitaciones, así como de nuestro poder para manejar nuestro estado emocional. Traemos luz a la situación y no nos enfrentamos a ella, la abrazamos como parte de la vida y ante ella nos inclinamos con reverencia para así hacernos amigos de la situación que creemos enemiga, ¿por qué enemiga?, porque nos trae desequilibrio, tristeza, inquietud, pero en mi está la fuerza que me empuja a seguir y subir otro escalón. Eso sí está en m control, yo puedo dirigirlo. Asumo esa responsabilidad y me entrego a la parte divina para que guíe mis emociones y mis actos. No pongo resistencia a aquello que se escapa a mi poder. Navego en mi barca dejando que el viento me lleve a buen puerto. Confío y me relajo, me entrego por completo, entiendo y sigo el camino. Nada ajeno a mi control debe causar en mi ser impotencia, pues yo hago lo que mi ser me dicta y todo es perfecto aunque no sea lo que me guste. Confío y sigo.

007_08/02/2020


08/02/2020







Tu eres un árbol frutal y como tal has dado y estás dando unos frutos, cuando están maduros caen y ya no pertenecen al árbol aunque de él se han nutrido. Llegan a madurar porque con tu generosidad los has alimentado pero ahora se alejan, llevan tu esencia y su agradecimiento a quien con amor y desinterés los ha alimentado. Ahora el árbol está vacío, ya no tiene frutos, a quien dar nutrientes, se mantiene solo y aislado. Siente que ha sido capaz de dar frutos que a otros han alimentado, los ha dado para el bien de quien no conoce, ha sido desinteresado, ha participado de la obra de la creación dando. El árbol se mantiene y sigue dando sombra con sus hojas. Sus raíces siguen profundizando en la tierra, cada vez se funde más y más en la tierra al enterrar ahí sus raíces y de ahí coge la fuerza para seguir en pie. Quizás otra vez, en otra estación volverá a dar frutos, los nutrirá porque él se ha alimentado de la tierra. Volverá  a dar y los frutos volverán a caer, ya no serán suyos, pero el árbol con total altruismo seguirá su camino de tomar y entregar. Soltar y coger, coger y soltar. La naturaleza es nuestra maestra, nuestra madre. Aprender de ella y sabréis coger la sabiduría que os enseña.