martes, 22 de noviembre de 2016

Omaras 024_22/11/216



22/11/2016


Si quieres y amas la vida te amas a ti mismo, porque la vida eres tu y tu eres la vida. Nadie puede amar la vida si no se ama a si mismo y nadie se puede amar si no se reconoce que es la vida. Todo es una amalgama de energía pura, todo es puro y mágico. Solamente la mente baja es capaz de permitir fabricar esa densidad que hace todo opaco. La densidad no deja paso a la luz, si tu mente te ofusca, tu luz no se trasluce, no trasmites la verdad de tu ser que tienes que lucir. En los momentos cuando tu densidad te envuelve, da la vuelta a tu mirada y desarrolla tu capacidad de transmutar, porque deberás dar un giro a esa oscuridad. Nada hoy te debe tapar, pues eres sabedor de la verdad que se oculta dentro de ti. Observa esa luz y mírala de frente, si no eres capaz de resistirla, te comerá la capa densa. Hay mucha materia inservible, todo se hace tosco y nada resalta cuando tu mente se cierra y entorpece la visión. Déjate seducir por el mago que tienes dentro. No pretendas acudir a la reunión de los justos sin haber sacado tu mago. Solo los magos son invitados, solo pueden hablarse entre ellos, la mirada silenciosa abre puertas y cierra otras salidas inapropiadas al estado mágico del mago. Tu mago está eclipsado y nada puede trabajar, tu ya lo sabes y el saber te da responsabilidad, si no lo haces trabajar huirá a otros lugares mas ocultos y te sentirás solo, abandonado.
Resalta tus dones y trabaja. Solamente de esa fuente beberás de ninguna otra has de tocar. La fuente es solo una y no cabe dispersarse.