viernes, 9 de septiembre de 2016

Omaras 013_09/09/2016



09/09/2016


Distribuimos alimentos que son bienes preciados para los humanos, que con deseo de comer y alimentarse abren sus corazones y prestan oído al lenguaje de su corazón. Nada se ha de parar y nada deberá quedar suspendido en el aire, pues todo se ha de aprovechar para una superación del humano. Las energías riegan campos de energías puras y tal vez potentes pero nada ha de asustar al ser que se expone a ellas y se alimenta. Estas energías tienen dos fuentes y cada cual se alimenta de la mas afín a su ser. Mas si el humano tiene sus centros bloqueados la energía solo lo envuelve y no le da alimento, considera que el envolver no hace huella mas bien desequilibra a quien esté en ella sin tener conciencia. Ahora es importante el tomar conciencia de la fuerza que nos llega para saber usarla con conciencia y conocimiento para que nos sirva al propósito por el cual se está enviando. Descontentos muchos corazones y buscando otros refugios pierden el rumbo y perecen en los abismos. Nada se puede hacer pues libre elección vivir o morir. Descorre velos y anda cauto, pero abriendo el corazón y llamando a tu ser para que te muestre todo lo que se presenta para la gloria de la Tierra.
Las recompensas serán expuestas y recogidas por aquellos humanos que habiendo asistido a esta fiesta podrán ver y serán así recompensados por sus propios meritos. Acudirán en grupos, pero será individualmente que su reconocimiento valdrá como señal inequívoca para renacer de nuevo. Todo humano capaz de salvar su situación será provocado para la nueva instrucción y por nada ni por nadie perderá ese privilegio. Nadará en aguas tranquilas y de ahí partirá como una ave veloz hacia la gran mansión. Hermanos no desesperéis en vuestro paseo y ser capaces de entender que todo está siendo como lo intuís, una gran marcha hacia un rumbo totalmente nuevo. Nada ni nadie podrá rebelarse, mas bien será ayudado cuando con dedicación y entereza sea capaz de entender y así seguir sus pasos marcados.

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