sábado, 3 de septiembre de 2016

Omaras 012_03/09/2016



03/09/2016


Desde el profundo brota la llama de la purificación. Desde lo profundo hay una llamada para un despertar y una música que te acompaña en un camino que a veces puede resultar incierto o tal vez hasta insalvable, pero siempre esa música te acompaña para guiarte si eres observador y te dejas guiar. Esa música es tu vibración y por ella has de caminar, seguir y seguir, sin ningún rumbo no te lleva a ninguna meta, pero si al caminar atento a tu sintonía sabrás desenvolverte según tu estado y acorde a él dar tus pasos. El conocimiento te hace saber, pero los pasos te dan distancia desde el punto de partida hasta el punto en donde ahora te encuentras. Seguiste en muchas ocasiones el ritmo marcado por otros, conducido fuiste por senderos, cruzaste ríos y atravesaste junglas, pero humano, ahora oye tu propio ritmo, mécete en él y sigue su ritmo. Únete así a la esencia de la vida, únete a la vida que te llama para provocar en ti otro modo de vida. No te arrastres mas y anda, endereza tu cuerpo y no te arrastres por la tierra. Conduce tu carro con la diligencia de un experto y deja atrás los momentos pasados que ya sin peso solo te sirven de lastre. Desenvuelve del profundo el tesoro que llevas y demuéstrate que un valor así merece ser reconocido. Las cuerdas se han de afinar para que vibren con armonía. Tus pensamientos guiados por esa armonía producen actos acordes y armoniosos.
Aquel que llora será consolado, aquel que sufre será ayudado, quien se humille será reconocido, quien ame será amado, quien consuela hallará la paz y la misericordia, quien busque encontrará y será encontrado, quien padezca hambre hallará su maná propio, quien tenga desesperanza encontrará una sima, quien tenga esperanza hallaré el camino, quien sufra por causa de una perdida hallará su recompensa, quien esté perdido verá una luz, quien renazca será ensalzado, quien ríe encontrará la alegría, quien desespera encontrará añoranza, quien calla se encontrará a si, quien escucha será sabio.

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