domingo, 26 de julio de 2009

Omaras 054_26/07/09

26/07/09


Un nuevo mandamiento os doy, “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Con estas palabras selló el Maestro nuestro trabajo en la Tierra. El trabajo nos llevó con ilusión a emprender un camino, que elegimos y así nos dirigimos hacia él, pero al empezar el trabajo tuvimos grandes tropiezos y erramos el destino, fuimos descendiendo en vez de ascender y caímos en amargos desengaños que sufrimos y nos trajeron luchas. Así perdimos mucho tiempo con desencantos y lamentos, pero llegó ahora un momento para cambiar todo lo andado, en otra luz y con otro color, con otra armonía y otra vibración cambiando nuestra actuación en otra mas altruista, con mas compasión y simpatía hacia el prójimo que nos acompaña en este camino, y está tan deseoso de ser amado como los estamos cada uno de nosotros, que ahora ya conscientes nos abrimos a esta nueva realidad de amor y aceptamos dar la mano en vez de girar la cara.
Porque hemos de cambiar la vibración acerquémonos al Maestro para seguir su mandato, porque hemos de transformar esta vida sintámonos tan unidos como está la hiedra a la pared, porque somos luz seamos capaces de guiarnos con ella en vez de andar a ciegas, porque somos hermanos sepamos compartir el manjar que se nos presenta en la mesa, porque hemos de andar y andar sepamos calzarnos para no lastimarnos, porque hemos de vencer sepamos usar todas nuestras armas en pos de nuestra victoria, porque hemos nacido libres no nos encadenemos, porque somos eternos sepamos ir hacia la verdad para caminar seguros, porque nos sentimos grandes sepamos recrearnos cada dia en la figura del Maestro, porque no queremos perdernos sepamos andar dejando rastro para que puedan seguirnos, porque somos seres inteligentes no permitamos en nuestro camino trampas que nos detengan, porque tenemos intuición sirvámonos de ella para elegir sin errar, porque somos perfectos no consintamos caer en la tentación de creernos imperfectos.
Todo se salva, todo se pasa porque nada queda, solo el sabor de las cosas vividas nos queda en la esencia. Sepamos distinguir, sepamos vivir y al fin seamos felices y eso solo se logra amándonos y amando al prójimo como a nosotros mismos.

No hay comentarios: