11/03/08
Deslízate suavemente por el pasillo que te conduce hasta mi puerta, llama en silencio, no hace falta que alces la voz, porque has de saber que yo te oigo y te espero. Mi amada, acércate sin temor, y que tus pasos te lleven hasta mi puerta, no te será difícil de encontrar porque te he mandado mis guías para que te acompañen y así no te sientas perdida o sin apoyo. Ábrete a mi realidad y abrázame con ternura porque yo te espero incondicional. Tu paso ha de ser seguro y has de caminar ligera, tu voz ha de ser callada y tu actitud abierta, el sentir ha de ser pleno y tu conciencia una.
La espera no es tal espera si eres capaz de sentarte y sentirme a tu lado, unido a ti, porque en mi plano estamos fundidos. Eres antorcha que prendió en su día y yo no dejo que se apague, porque ha de servir de guía y ha de dar calor a quien busca cobijo. Las noches pueden ser largas, pero si yo estoy contigo podrán ser mas transparentes y podremos sentirnos en esa transparencia. Mi amada, resplandece con una sonrisa que salga de tu corazón, porque de esa manera me manifestaré por amor.
En las cunetas hay seres que han perecido y no han sabido alzarse soltando sus cadenas, han perecido porque están atados y no pueden abrazar la luz, sus gritos llaman desesperados, pero nadie los oye porque cerraron sus gargantas y ya no sale el sonido. Lamentan su indecisión pero no pueden soltarse, el tiempo ya ha terminado y vuelven sobre sus pasos para ganar el tiempo pasado. La nube oscura cubre sus rostros y los hace invisibles, así no pueden ser rescatados. Amada, hazte visible por amor y resplandece para que puedas ser elevada.
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