04/04/2016
El
hombre en su afán por hacer y por exteriorizar su parte interna conectada con
la divinidad, ha tenido la necesidad de crear y ha creado templos, catedrales,
ritos y un sinfín de expresiones grandiosas para dar sosiego a esa necesidad
que se manifiesta del interior al exterior, pero ha sido un acto inconsciente
creer el haber cumplido una misión, cuando desvirtuando la verdadera naturaleza
espiritual ha dado por finalizado su trabajo al finalizar su obra material.
Amados,
el templo sois vosotros mismos y la obra no finaliza nunca, el trabajo es
continuo y permanente, nadie debe vanagloriarse de un acto hecho visible,
materialmente acabado, la verdadera misión es sobre interior y no se ve
materializada, solamente las obras son reflejo, así como vuestro actuar del
proceso de construcción de vuestra catedral. Guardaros de quienes quieran poner
piedras en vuestra obra, guardaros del arquitecto que dirige la obra porque ese
arquitecto solamente es el humano que conscientemente abre su canal para dar
paso al inicio de su catedral, de su templo. Muchos quieren intervenir en el
proceso de construcción y ganar así reconocimiento, pero solamente quien en
silencio es capaz de trabajar en su obra obtendrá el reconocimiento. Si eres
capaz de ser peón, arquitecto, diseñador de tu palacio, solo así será autentico
tuyo, obra tuya, hecha a tu imagen, y el testimonio que dará será tu esencia
pura y limpia, transparente e inmaculada.
Amados,
dibujar en vuestro interior la mansión mas preciosa para regalar a la divinidad
su espacio y su cobijo, abonar con mimo cualquier jardín que queráis que
embellezca el entorno, y así cuando
llegue el gran señor a visitaros quedará prendado y quedará aposentado en la
catedral que con tanto esmero hayáis construido. Guardaros de los intrusos y
permanecer alerta, sin dejarse invadir por nadie ajeno a ese interior que se
refleja en vosotros. Vuestra conducta será la señal de vuestra catedral. Ahí
habitará el señor, la luz divina que a todos alumbra y a todos dicta y a todos
guía. Quien sabe escuchar con sumo esmero crea su catedral, quien no sabe
escuchar busca arquitectos para que la construyan. No olvides, construye tu
porque la obra es tuya.
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