miércoles, 10 de junio de 2015

Omaras 014_10/06/2015

10/06/2015

La confesión, decir los “pecados” es un acto que nos preparó para hacer repaso de los actos que hemos hecho, analizar y ver cuales crees que son pecado, bien porque tu intención fue mala, hacer o causar perjuicio a alguien, o porque tus pensamientos no eran puros, o sea, no salían de tu alma que es pura sino de tu mente o ego. Así analizabas y te hacías consciente de tus actos, y al confesar, no para que te perdonaran sino mas bien para reconocer unos hechos que te hacían sentir mal contigo mismo y no te dabas cuenta hasta que te preparabas para confesarte. En ese sacramento recibías el perdón de lo que tu te arrepentías y así te sentías liberado de un peso, porque alguien te había ayudado  a salvar ese peso. El propósito de la enmienda te hacia reflexionar cuando ibas a caer en el mismo “pecado”, y algunas veces ya no se repetía, lo normal es que esa debilidad, pecado o llámalo como quieras se esfumaba. No solían tener gran importancia, pero te enseñaban una gran lección, reconocer algo que tu habías hecho, no hecho o pensado, con lo que te sentías mal y querías liberarte. Si aprendiste la lección tu eres capaz de ver en ti que te hace sentir mal, de que quieres liberarte y no caer en la misma trampa. Tres enseñanzas en una acción: confesión.
Tu has evolucionado, tu sabes que te miras y encuentras en ti, culpas, frustraciones, dudas, caídas, pensamientos …………. Tu tienes alguien que te perdona y eres tu mismo, alguien que te quita esa carga y eres tu mismo, alguien que tiene firme propósito de enmienda y ese eres tu. Reconoce que esa llave se te dio hace muchos años, tu no sabias que la estabas utilizando cuando con ella abrías y te adentrabas en ti para ver que te incomodaba de que querías liberarte.  Ahora entra en ti y se tu quien te liberas conscientemente, ya no necesitas bastón, pero toma conciencia de esa llave que te abrió la puerta de tu conciencia, la confesión.
La disposición para entrar y salir a otros planos la has adquirido practicando el entrar y salir de tu mundo interior, que por supuesto que al vibrar distinto que tu cuerpo está en este y otros planos. Al practicar la introspección estás practicando entrar y salir a una conciencia mayor en donde adquieres nuevos conocimientos y practicas otros niveles sin apenas darte cuenta porque lo has integrado en ti, es un habito, una cosa habitual forma parte de ti sin mas, en esas entradas y salidas a tu conciencia entras a ella enriquecida de lo que has absorbido, así tu conciencia se va haciendo mas y mas grande, universal. Participas de la gran unión de la vida y cada vez mas integrado en ella evolucionas paso a paso. El poder de entrar y salir es otra llave que abre tu conciencia para darle conocimiento, grandeza.
Con el sacramento de la comunión, aprendiste que el cuerpo de Cristo y tu podíais ser uno cuando te abres para recibirlo y preparas tu casa adecuadamente,  que Cristo permanece contigo en ti, siempre que tu casa esté limpia y tu lo quieras recibir abriéndole las puertas de tu corazón, deseándolo con la fuerza de tu espíritu y abriendo tu conciencia para “conscientemente” realizar el acto, pues así de esta manera se realizará el milagro. Cristo estará contigo siempre que tu te prepares y lo desees desde tu corazón abriéndote la conciencia. Date cuenta que la llave es la conciencia, esta te abre a otros niveles superiores. Practica la introspección y siempre abre tu conciencia es la clave de la evolución y la llave ya os fue dada.
Recibir en este día y desde este plano las bendiciones de quienes os aman y os cuidan por amor. Y tener presente que el amor es la llave para muchas puertas en la vida terrenal y otras vidas. Ir recapacitando y seguiremos hablando.

Me gusta este nuevo dialogo porque es como un progreso y un cambio de curso, ¿no?.
Son pasos en un largo camino que hay que andar. Benditos seáis.
NAMASTÉ.

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