27/10/11
Es necesidad imperiosa que el humano ya libre de cadenas que lo atan a las meras circunstancias y lo hacen estar pendiente de espejismos que le nublan la visión de la verdad, despeje de su mente las nubes y vea ya con toda nitidez la luz del sol. Deberá encender en su profundo la llama que le conecta con la zarza ardiente de la verdad.
Una luz potente os ha de alcanzar y deberéis tener fortalecida la vuestra interior para no ser deslumbrados, abatidos por la gran potencia que se va a desarrollar ya en vuestro sistema, porque vuestro mundo debe pasar a otro estado en donde las fuertes vibraciones producen un efecto de gran potencia convertida en luz. No deberéis proclamaros antes de esta llegada, la espera se hace costosa pues otras pruebas han de llegar y deberéis pasar, pero en la espera hay esperanza y esa os debe marcar el camino. Mis amados, respetar el silencio, pues es en ese momento que nos comunicamos y esos espacios deben ser cada día mayores, en las horas de vigilia estar presentes con vuestra luz y temer las voces que os llevan a engaño. Tomar las riendas de vuestro carruaje y llevarlo guiándolo siempre por el camino que os dicte vuestro yo.
Sin distracciones, sin ataduras y sintiendo en vuestro interno el dulce sabor de la felicidad seréis iniciados y así llevados seréis proclamados vencedores sobre vuestra materia, que ya apagada la sed de las ilusiones seréis capaces de gozar con la verdad, no ciegos sino visionarios de todos los centros que se dejarán ver ante vuestra disposición de entrega y acción. Acción que deberá ser entregada a vuestros guias quienes las llevarán a otro nivel, pues ya estarán purificadas de todo ego o pretensión material, pues en la otra esfera es el espíritu que vence sobre toda materia y solo ese ánimo lleva a todo pensamiento y acción.
Si elegís esa ascensión permanecer en la paz y conscientes de la posible llegada de la gran luz. Os amamos.
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