miércoles, 26 de noviembre de 2008

Isomer 008

Esto lo encontré en Internet, donde hay de todo y para todos los gustos.

LA AUTOOBSERVACIÓN- COMO VIVIR EL MOMENTO

¿Como vivir el momento si nuestra mente es un manojo de recuerdos?.
¿Como auto observarnos conscientemente si no somos conscientes?.
¿Como mantener la concentración en una sola cosa, cuando tenemos la mente dispersa en mil otras cosas?.
Cuando cerramos los ojos y dejamos la mente quieta, sentimos un placer como si nos sentáramos en un cómodo sillón. ¿Y esto porque sucede?. Antiguamente, el estado natural y original de la mente era receptiva, pasiva y serena donde no había distorsiones mentales causadas por la multiplicidad del ego. La mente hoy por hoy está llena de información innecesaria que en general solo nos provocan estados alterados, o sea, tener en la cabeza un montón de cosas que generalmente creemos que son importantes y lo único que hacen es agobiarnos. Ahora bien, ¿hay alguna solución para ello?. Si que la hay, es importante que trabajemos interiormente en algunos detalles y que cambiemos un poco la misma forma rutinaria de ver las cosas.
1. Evitar recibir información que no nos sirve para nada. Debido a nuestro bajo estado de conciencia, nos pasamos horas frente al televisor viendo toda programación basura que va a parar a nuestra mente indiscriminadamente. En la casa, calle, en la escuela o en el trabajo tenemos charlas inútiles que ha nada conducen y en nada nos benefician. De la misma manera que elegimos nuestro alimento para nuestro cuerpo físico, también tenemos que observar que tipo de alimentos absorbe nuestra mente. Para que una mente vuelva a ser sana y limpia, debemos seleccionar muy bien el alimento que entra en ella. Pero también no solo hay que observar lo que entra en la mente del exterior, sino todo lo que ya hay adentro. Tenemos hábitos en el pensar tan viejos como el mundo. Es importante erradicar ese tipo de pensamiento inútil que lo único que produce es alterar nuestra conciencia y por ende amargar nuestra propia existencia.
2. También sería interesante observar la lengua que tenemos en la mente. Hay dos tipos de lenguas, la física y la mental. No solo hay que cuidar lo que decimos verbalmente, si no también hay que prestarle atención a esa lengua mental que no para de hablar ni cuando nos acostamos por la noche a dormir. La mente debe ser una subordinada del alma y no al revés. Generalmente dejamos que la mente juegue con nosotros como si de un niño se tratase, pero lo conveniente es reorganizar a la mente para que esta no se descontrole en ningún caso. Partamos de la base que lo real que hay dentro de nosotros es el Alma, y que el cuerpo y la mente son elementos que nosotros (el Alma) necesitamos, utilizamos y debemos usar correctamente. Utilizamos el cuerpo y la mente para nuestra manifestación y expresión de nosotros mismos (Alma) en el plano físico. Por ello es indispensable limpiar la casa en nuestra mente y en nuestro cuerpo para que el alma pueda expresarse con soltura, sabiduría, elegancia y sin intervención del ego. Si queremos mejorar en el trabajo interior es bueno ir controlando todos estos aspectos.
3. Necesitamos practicar el silencio interior. ¿Cómo se hace esto? observando algo que ya esté en nuestra mente, ya sea una persona, un pensamiento, un suceso, asunto propio o ajeno, etc., pero sin tocarlo con la lengua interior, sin deformar lo que está en la mente. Dejarlo tal cual está, sin distorsiones. Hay que aprender a callar con la lengua interior que todo lo altera. La charla interior negativa, venenosa y fantasiosa produce confusión interior.
4. Antes de realizar estas prácticas, realizar ejercicios de respiración inhalando y exhalando aire unas diez o quince veces, muy despacio.
Una mente tranquila vale más que diez mentes en desarmonía, por ello es importante regresar a estado sereno de la mente.
Bueno, espero que estas prácticas sean de vuestra utilidad.

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