07/02/08
Particular
La tristeza que anida en tu corazón te hace sentirte una pequeña mota en la inmensidad de la vida. Tus lágrimas no cesan y apagan tu vista, no dejándote disfrutar del paisaje.
Emprende el camino, porque detrás de la montaña, oculto, hay un gran valle lleno de luz esperándote.
Rompe cadenas que ahora te tienen prisionera y camina libre de ellas. No te aflijas sintiéndote tan pequeña, porque eres grande y lo has de descubrir. Sientes tristeza y debes apartar de ti ese sentimiento, porque no te deja andar por la vida como tu te lo mereces.
Tu casa es grande y en ella ocultas un gran tesoro oprimiéndolo y no dejándolo airearse. Alcanza otros niveles, porque ya es hora de cambio. Tu vida debe ser tu fiel compañera, no tu amargo camino.
Recréate en la belleza de tu alrededor. Háblale a tu Yo interno y ámate por encima de cualquier circunstancia. Vive la vida porque es la oportunidad que el Universo te brinda para que puedas actuar y realizarte como humano para acceder a otra etapa de tu desarrollo.
Confía, crece cada día aún en los momentos de angustia. Siente la libertad que te da el SER.
Desconecta de la angustia, y deja ya la miseria que te arrastra. Vive y ámate, elévate ya, no dejes pasar la oportunidad de cada día para ser tu misma.
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