viernes, 6 de septiembre de 2019

027_06/092019


06/09/2019


El perdón es una bendición que te llega cuando ya estás preparado. Un corazón espera que ese rayo entre en ti y despierte la compasión y el amor.
Cuando esa necesidad prevalece ante cualquier sentimiento se abre tu mente y te alcanza esa energía que te mantiene despierto para que seas capaz de ver en ti el auténtico perdón y la necesidad del amor que le sigue cuando perdonas. El perdón comienza por el amor incondicional hacia uno mismo. Sientes en tu más profundo esa comprensión que te invita al perdón, pues sin comprensión no hay perdón. Te perdonas, te amas incondicional y de ahí partes hacia la vida. La vida empieza en ti y se extiende como buena energía que transmuta y crece lo que toca, de ahí surge el amor incondicional.
Sin perdón no existe el amor.
Ámate a ti mismo, reconoce en ti tus voluntades, tus fracasos, tus avances, tus limitaciones, tus deseos, tus manifestaciones y una vez hechos, abre la puerta del perdón, se abrirá y ahí entrará el rayo del perdón y saldrá todo rencor o pesadilla que puedas albergar en tu interior, luego verás como la puerta permanece abierta para que puedas renovarte cada día en esa energía sanadora que te fortalece y te hace ser valiente y cada vez mas fuerte.
Ámate y amarás, perdónate y perdonarás, crece y serás capaz de transmitir, inunda tu espacio con luz y quienes te acompañen se beneficiarán de la luz y no serán ciegos. Tu mirada de compasión acariciará a aquellos que de ti están cerca. Formarás una extensión de luz y se hará cada vez más y más extensa. Acaricia tu alma con el perdón, no te lastimes, que tu alma no llore por no sentirse comprendida y amada.
Sube otro escalón.

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