18/05/2016
Nunca
la vida te ha de dar lo que quieres, te dará lo que tu necesites en cada momento. En tu sabiduría está el saber
encauzar y dirigir ese don que se te da, se te ofrece para que tu lo sigas, lo
trasmutes o consigas entender, comprender el mensaje oculto. Cuando tus ojos
abiertos sepan ver y tu mente lucida entender, la vida se te abrirá y te
ofrecerá sus mejores galas para disfrutarlas con tu saber. Si ese saber no está
transformado en verdadera sabiduría solo verás nubes y sombras, jamás verás el
rayo que de entre esas nubes aparece para que tu lo recibas. Cuando te crees
perdedor o desgraciado, el universo obedece tu mandato y te obsequia con tu
creencia, mas si te crees merecedor de otra suerte, LA VIDA, te traerá
“suerte”. Para creerte ser merecedor has de abrir la puerta de la conciencia y
hacerte parte integrada de la vida, adquirir sabiduría e interpretar tus
acontecimientos. Suerte no es lo que tu quieres, es lo que tu necesitas y en
cada momento de tu vida las necesidades y circunstancias cambian. Tu has de
saber que esas circunstancias las puedes manejar tu, guiarte por tus
acontecimientos, saber por qué van a ti esas circunstancias es parte de la
sabiduría que has de desarrollar. No vale solo pedir, hay que trabajar, y
trabajar consciente de lo que quieres, por qué lo quieres, que vas a hacer con
eso que se te da, hasta donde vas a alcanzar con ese regalo. Mira bien hijo
amado, lo que se te da lo has de emplear y eso es una responsabilidad, has de
ser mago y convertir en oro lo que con tanto amor te entrega la vida, la vida
te ama y solo puede darte lo que te beneficia y tu con la sabiduría descifrar
ese mensaje y volverlo en oro. Cada cual tiene su camino, su proceso y su guía.
Nada tan valioso como la sabiduría que llevas en tu interior te puede allanar
ese camino que tantas veces lloras y detestas. Acomódate a él, porque no hay
otro para ti, ha sido especialmente trazado para ti, y ha sido hecho con amor y
por amor. Por esto mismo has de conseguir tu equilibrio y tu paz para encontrarte
con la sabiduría. Te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario