08/04/15
Muchos
de vosotros queréis cambiar el rumbo de la vida, el destino de un mundo que
está en plena ebullición para poder ascender y cumplir así el plan divino para
la humanidad. Ser conscientes que vosotros al decir si al cambio, habéis
convertido vuestra vida en un ascenso que no tiene vuelta atrás. El camino es
andar y andar con la mirada puesta en la evolución de la conciencia, en la
limpieza de vuestros cuerpos y vuestras mentes abiertas y dispuestas entran ya
a formar parte del plan divino en forma de guía y faro para resplandecer y dar
luz. Vuestra luz no se debe apagar nunca y aunque en vuestro mundo fallen
formas y logros, vosotros ya conscientes solo poner vuestra luz al servicio de la Hermandad.
La Hermandad trabaja al unísono con otras hermandades menores que
juntan forman la cadena que esta construyendo para iniciar la gran ascensión en
grupo. El grupo forma unidad indivisible y de fuerza, potencia que deberéis
fortalecer cada uno de vosotros dando en cada momento lo mejor de vosotros mismos
y a cada situación independiente de vuestro entorno permanecer en sereno
estado, en conciencia despierta y corazón abierto. Despejar de vosotros el
dolor insano que os pueda perturbar, porque todo ahora es luz divina que se
derrama sobre vosotros. Unos son cogidos porque la luz da la buena siembra,
otros no son cogidos porque la luz los ha cegado. La siembra está hecha y es
hora de ver los frutos. Quien vea será visto, quien oiga será oído, quien este
ciego será ignorado, quien no oiga será despreciado porque la evolución no se
detiene y sigue su curso. Que nadie se detenga.
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