31-01-2014
Existe
un país sin nombre, sin fronteras, en donde el humano libre reina sobre la Tierra, nada tiene y sin
poseer es dueño, es amo.
Las
leyes no están dictadas, cada cual sigue su dictado, estos son enviados desde
su corazón y son la manifestación de su estado puro. Es un lugar en donde el
cielo y la tierra se unen, no se distingue un color de otro, porque es la
unidad quien reina y dirige. Los humanos son eternos, han averiguado la formula
de la eternidad y allí descansan por siempre. Se alimentan de la sabia, de su
conocimiento, su sabiduría les hace entender cualquier misterio de su vida, de
su entorno. Su capacidad es infinita, su limite no se conoce, asisten al humano
desvalido y conectan para salvar almas. Aunque te parezca un misterio no tiene
nada como tal, pues simplemente es la esfera del conocimiento en donde
cualquier energía que exista es convertida en oro, en pura luz de energía pura.
Nada se mueve si no es por el deseo de quienes moran, sus deseos van al unísono
pues no existe disparidad alguna. Todo se mueve según un orden establecido con
un propósito firme y ordenado por la PRESENCIA.
Tu
puedes visitar ese plano cuando te desprendas del oído mundano y sea tu mente
elevada quien escuche y aprenda. Las ordenes siempre son dadas por la masa de
energía que se forma por la unidad de quienes moran en esa esfera. Desde allí
ordenan la luz, la cantidad y la forma en que será dispuesta para llegar a los
puntos elegidos. En esa esfera de luz solo existe la misma. No hay Maya es pura
realidad. Todo se manifiesta al instante, cualquier cosa puede realizarse,
incluida la manifestación humana de cualquier energía.
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