domingo, 3 de febrero de 2013

Isomer 002_02/02/2013



En el transcurso de un encuentro los hombres pueden hacer una doble experiencia, o bien se encuentran confrontados con las fuerzas que vienen del pasado, o bien deben prepararse para una tarea eventual en el futuro. Una tarea de futuro será reconocerse y actuar por ello, en el sentido de la evolución, es decir: realizar lo que por este encuentro verdaderamente se quiere, lo que uno mismo ha decidido antes de nacer. "Cada hombre deberá descubrir lo divino que está oculto en el otro", o aún más " aparecerá en cada ser humano, manifestándose a través de la carne y la sangre, algo que saldrá de las profundidades cósmicas divinas".


El conocimiento de las leyes del karma y de la reencarnación cobrará cada vez más importancia. La nueva época de Luz en la que ha entrado la humanidad, después de haber acabado el Kali-Yuga, exige una toma de conciencia de la realidad viviente del karma, que deberá percibirse hasta en los hechos y detalles de la vida cotidiana.
La nueva espiritualidad del karma espera del hombre que despierte a lo que está oculto y quiere desvelarse en esos encuentros, participando conscientemente en la elaboración de los procesos que forman parte de ellos.
El hombre no deberá permanecer pasivo frente a otro u otros hombres y debería preguntarse: ¿Por qué este encuentro? ¿Qué significa en mi vida? ¿Cómo ser consciente del vínculo con está o aquella persona con absoluta claridad? Y tantas otras preguntas qué no podrán recibir respuestas sin la actividad interior de los que participan en esos encuentros.
"Conocemos en la medida en que actuamos".

(Con el texto anterior me limito a trasmitir cosas que ya están dichas, no soy su autor, solo soy un instrumento de difusión de pensamientos que como mínimo me parecen interesantes, tu, como no puede ser de otra manera valoralos a tu conveniencia y comprensión)

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