17/12/11
Nada vencerá las glorias puesto que las glorias han de traer una resurrección en la que todos los humanos se verán involucrados y pese a que algunos no hayan despertado del letargo verán que ya nada ha de ser igual y verán transformado su estilo de vida y verán que son arrastrados por otra corriente que les deriva hacia otro destino, si pese a todo estos humanos ponen resistencia a éste cambio serán expulsados del sistema y no podrán asistir a estos nuevos amaneceres que requieren una conciencia especialmente abierta y flexible para poder encaminarse a este florecer humano en el que despiertos los corazones ven nuevos amaneceres. Si cada humano presta atención a si mismo y a su entorno cambiante, verá claramente la fragilidad con la que todo está expuesto y la calidad de las circunstancias dependientes del sistema serán meras fluctuaciones de un vaivén que ya no tiene sentido, un sentido que antaño condicionaba y ahora es un escalón mas a seguir en el camino. Despiertos los corazones no han de sentir añoranza ni peligro alguno, pues todo estará en manos de la conciencia superior para lanzarse de lleno a la conciencia plena que les hará ser.
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