15/01/19
Una
sensación de inquietud y temor, como una nube oscura quiere aprisionar las
mentes claras. La oscuridad tiende sus trampas y sacude los corazones para
herirlos con desmesura.
La
luz juega su baza y entra y se aposenta en los corazones lúcidos que han sabido
defender su espacio logrando la bendición de la luz. La luz no es cegadora, no
deslumbra, no incomoda, solamente deja ver a través de un sutil velo que lo
descorres al ser consciente de encender la luz y dejarte ser a través de ella.
La luz guía los pasos de los perdidos en la noche que se hacen conscientes de
su sueño y así se dejan guiar por esa luz que baña la noche. Nada dejar fuera
del alcance de esa luz que deja bañada la noche oscura. Dejaros bañar y de ella
calentaros en los momentos fríos. Dejaros acariciar por el rayo tenue que os
alcanza y no poner resistencia a ella. Nada os podrá abatir ni dañar mientras
seáis capaces de permanecer al alcance de esa luz. La luz solo se deja ver por
algunos, a otros le son vedados los rayos porque se cegarían, solo aquellos
iniciados podrán saborear su iluminación, solamente en un adecuado estado
podrán disponer de esa luz para su beneficio y libre disposición.
El
mundo tiene hambre no solamente de alimentar su cuerpo. El hombre deberá comer
del maná caído del cielo para así ilustrarse en su espíritu. Nadie podrá
acceder llevado, deberá comer por voluntad propia. Del cielo caerá como lluvia
y rociará a aquellos que abran su corazón para recibir y deseosos de ello sean
capaces de sentir ese rocío. CONSCIENCIA.
No
dejaros atrapar por la nube oscura, por el miedo, por la codicia, por la
inseguridad….. Desterrar lo negativo para acceder al nivel siguiente,
Hay
demasiado desequilibrio y ahí está vuestro mérito en saber evadiros y cubriros
con el manto de luz que no os deja porque sois benditos y queridos en esta
comunidad que os arropa.
Los
misterios se irán destapando y solo con los ojos del alma los descubriréis. No
necesitáis equipaje, solamente llevar
con vosotros la luz brillante para dejaros ver desde la lejanía. Caminar
erguidos, lúcidos y conscientes. Permanecer unidos a la realidad, despojaros de
lo superfluo, solo lo necesario llevar. El buen hacer os acompaña, la oración
en los labios, el amor en el corazón, el perdón en vuestras palabras, el deseo
hecho acción. Y seguir y seguir…… nadie vacío llegará. El maná os alimentará.
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