25/06/2016
Hombres
perseguidos y hombres que persiguen, inconsciente que les guía y les hacer ver
la oscuridad en vez de agradecer la vida, los que persiguen se creen en el
poder de ejecutar su verdad y su justicia, los perseguidos se anclan en la
angustia de su momento y no pueden resurgir de la densa capa que los oprime.
Ambos seres sufren y no pueden elevarse, así como no pueden agradecer a la
vida, pues ambos se sienten victimas de ella. Contenerse y no salir oprime al
ser, pues este necesita espacio para realizarse. Hombre angustiado no está
realizado, la angustia no es ser, el ser resucita en un espacio limpio y libre,
libre de la opresión de la densidad que cae. Nadie deberá oscurecerse con la
niebla, ésta ha de ser derrotada por la luz del ser. El resucitado habla y no
niega su linaje. Negar el linaje significa ocultarse tras esa capa que envuelve
el ser puro. Negar el linaje es comportarse bajo la influencia del ego y
dejarse llevar por él. Negar el linaje es no dejar que el ser solamente sea
libre y se manifieste. Al fin ocultar el ser es trampa para el humano y no
traspasa el umbral que le conecta con aquello que solo es.